Siempre, y no sólo cuando se padecen varices o cualquier otra enfermedad, debe llevarse una alimentación sana, variada, rica en fibra, y equilibrada entre los distintos tipos de nutrientes, teniendo en cuenta la edad y actividad física de cada persona. En el caso concreto de las varices, y dado que un importante factor para la aparición de varices es el estreñimiento, la alimentación debe incluir bastante fibra y suficiente cantidad de líquidos (unos seis u ocho vasos diarios) para facilitar la evacuación.